La Auditoría Energética se define como el estudio completo de un edificio y de sus instalaciones para obtener toda la información medible sobre la energía consumida por el uso del edificio. Se realiza una evaluación de todos los consumidores y las instalaciones con el objeto de detectar medidas de mejora que proporcionen un ahorro de consumo sin perjuicio de la habitabilidad del edificio. El objetivo principal de la Auditoría Energética es, conseguir mejorar o igualar las condiciones de habitabilidad y uso del edificio mejorando el gasto energético del mismo. Esta se acompaña de una propuesta de mejoras con la que el cliente puede valorar el ahorro conseguible frente a la inversión a realizar.

Las mejoras que se realicen no deben suponer una disminución en la calidad de los servicios prestados, en la productividad o en la habitabilidad del Edificio, pudiendo incluso aparejar mejoras adicionales en estos aspectos. Los objetivos primordiales de una auditoría energética son, por un lado, establecer un diagnóstico del edificio desde el punto de vista de la eficiencia energética; y por otro, definir una lista justificada de medidas de mejora encaminadas a un uso más racional de la energía en el edificio. Otro aspecto importante es que la calidad energética de un edificio ya se ha convertido en un criterio importante de su valoración. Cada vez con más frecuencia nos solicitan estos ensayos como documentación para la negociación de compra-ventas de edificios.