Eliminación de
puentes térmicos
¿Qué es un puente térmico?
Se consideran puentes térmicos las zonas de la envolvente del edificio en las que se evidencia una variación de la uniformidad de la construcción. Pueden ser debidos a un cambio en el espesor del cerramiento, al empelo de diferentes materiales o a elementos de mayor conductividad térmica. Ello provoca una disminución de la resistencia térmica, y con ello unas pérdidas energéticas considerables, así como diversas patologías.
Existen diversas soluciones constructivas para evitar y eliminar los puentes térmicos, estas se basan principalmente en elementos complementarios a la construcción, los cuales impiden la transferencia de temperatura y en su mayoría aseguran la hermeticidad de la construcción.

Los dos principales sistemas para lograr la hermeticidad son:
Sistema SATE

En general, un sistema de aislamiento térmico exterior (SATE) es el sistema menos costoso y mas eficiente, ya que además de eliminar los puentes térmicos lineales (frentes de forjados, pilares, vigas, formación de huecos de ventanas); aprovecha toda la inercia térmica del muro existente; evita el efecto pared fría con la incomodidad y malestar asociados a la mísma, protege al muro de los cambios climáticos; optimiza la protección contra la humedad envolvente; controla la permeabilidad al aire eliminando posibles fisuras en el cerramiento y evita el riesgo de condensaciones superficiales y las consecuentes patologías por humedades alargando la vida del edificio. Son sistemas aptos tanto para obra nueva, como par rehabilitación en cualquier tipología de construcción.
Fachada ventilada

Este sistema de aislamiento de edificios se caracteriza por disponer de una cámara continua ventilada entre el acabado o revestimiento exterior y el aislamiento de la misma. La cámara funciona por efecto chimenea, al crearse por convección una corriente continua ascendente de aire, calentado por la radiación solar que incide sobre el material de acabado de la fachada. Al colocar el aislamiento exteriormente al muro portante, proporciona una envolvente térmica continua, con lo que se evitan puentes térmicos en frentes de forjados y pilares de fachadas, que provocan también riesgo de condensaciones en el interior del edificio.